esta situación... no tener a donde ir ni nadie a quien amar... 
las cartas se llenaron de polvo sobre la mesa, la suerte ya estaba tirada...
apostar a perdedor sin estrategia,
tu no fuiste la persona equivocada,
yo no estaba a la altura de tu juego...

y al final de los días un poeta siempre queda solo.
un pobre diablo acostumbrado a la resignación, 
tejiendo historias en la parada del bus.
acostumbrado al mutis por la izquierda,
solo seré de tu vida pretérito
aderezado con la magnitud de tu amor...
seré un insignificante recuerdo.





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