Compañera
Solo con la guía de mi intuición, desde mi ser, te escribo. Sobrevivo, al igual que tú, a lo que ha pasado y lo que está pasando; hemos navegado largas noches en nuestras oscuridades, y en la tragedia griega de nuestros pensamientos, alcanzamos sobrevivir la odisea que nos cabalga en la mente. Esta tarde estuve solo, soledad cansada, trasnochada y solitaria, y en una vorágine inspirada escribo desde un riel de notas que me regala la guitarra, un riel dulce y amable que me permite arrullar las aguas. Finalmente h e logrado llegar al centro de esta cumulonimbus que antes anunciaba la tormenta, solo gracias a la brújula de una memoria emocional que se abre como cobijo en medio del aislamiento que esta vez no he elegido. He llegado a un núcleo de luz en donde te he encontrado y te he vuelto a ver, re significada, resuelta, hermosa, altiva, arrulladora, vulnerable, inofensiva y amada; la verdad es que siempre te encuentro allí cuando quiero sentirme feliz -en paz- . Pensaba e