Olvidé el mate y los insomnios en el lugar donde van las cosas perdidas, donde la integridad se despedazaba convirtiendo la silueta en un triste mosaico de tableros de ajedrez... ahora en el comercio de los que agotaron los delitos me declaro quebrado, con insolvencia de soñar; los que alguna vez me conocieron dirían que fui un dilapidador de sueños enteros y que ahora en la plaza reparte migas de pan...

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