Incurables

aguardan las esmeraldas de tus ojos
sintiéndote de verdad, de verdad impura,
transparente y sin acomodos,
ya no podemos ser de otro modo,
no podemos transformar nuestra estructura,
en tus entrañas fulgura
la obsesión de un pensamiento
que es reflejo del hambre sexual que siento
en mi cerebro encendida...
es incurable nuestra vida,
somos y seremos sexo hambriento...
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