Uno busca a alguien que le ayude a dar a luz sus pensamientos, otro, a alguien a quien poder ayudar; así es como surge una buena conversación.
En el trato con personas doctas y con artistas nos equivocamos fácilmente en dirección opuesta: detrás de un docto notable encontramos no pocas veces un hombre mediocre, y detrás de un artista mediocre encontramos incluso a menudo un hombre muy notable.
Comentarios
Publicar un comentario