Amigue


Amigue, te escribo ahora un poco ebrio.


Sé que en este momento te sientes tan sole como yo,

o tal vez lo creo...
si estoy equivocado dímelo.

Transitar la vida con la mano extendida

esperando otra mano
que transita por la vida con su mano extendida.

Será justo para nuestra mano, y para aquella mano

transitar asoladas, desgastadas, maltratadas y solas?

No te pasa a ti lo mismo?

no transitas solitaria, incomprendida y resignada?
no te rodeas de mentes insuficientes, tozudas y obtusas.?
no te sumerges entre ellas reclamándoles, 
o quizás suplicando, por un instante de comprensión,
esperando un reflejo, 
añorando oír el digno rebate de una idea 
-no de esos rebatuchos pusilánimes que lanzan como ilustres escupitajos-
Catatónica, a la expectativa de escuchar que podrías estar equivocada, 
o que podrías tener razón,
o simplemente ser escuchada;
como aquella vez hace años cuando te apasionabas por Lacan
y me explicabas vehemente que "él leyó a Freud"...
a ti... ¿alguien te lee?

Después de todo, amigue, 

rendide te das cuentas que no sucederá,
solo fluyes labilidosa 
en el cause de un río insípido de seres que no se entienden,
ni se quieren entender,
pero por una extraña razón deambulan acompañándose,
como si te obligarás a ti misme ser un zombie más en una película de zombies
 (como estrategia para que no te conviertan en uno de ellos?)

No te sientes rendide ahora que has desfallecido?

después de tanta resistencia,
después de años siendo libre pensadore que defendía, 
pulía, corregía, alimentaba, y exponía altive sus pensares;

Qué sucede en este momento, Amigue?

te rodeas y copulas con aquellos que no logran hacinar dos ideas,
tal vez porque no quieren, seguramente porque no pueden,
pero definitivamente su simpleza te ofrece un culpable, 
un triste y resignado, 
y cómodo descanso.

No es acaso triste esta etapa...

Te escribo ahora,
porque hablo con un nuevo amor de viejos amores,
la verdad es que me siento transitando solo e incomprendido,
vislumbrando tristemente que no habrá quien logre leerme, 
peor aun, 
conociendo tu idioma, Amigue,
y siendo traductor de tus dialectos, Amigue,
me siento como un rebuscado conocedor de lenguas muertas.

Por favor, si estoy equivocado dímelo,

siento que a pesar de que estás en compañía,
que te rodeas y copulas con aquellos que quieres y te quieren,
en este momento, y desde hace muchos momentos,
te sientes sole, tan sole como yo en este melancólico momento.
en resumen, Amigue, sábete tarugue.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Compañera

Hacer el amor

Marejada - 22 de octubre de 2018