aquella ninfa que rompe los sueños
que nada en el oscuro mar que cubre mi cama
sus caricias cobijan mi limbo
y a sus pies recorro mañanas
es la falda del viento que ya no será
es del color que abriga la espalda
el atavío nuevo que cubre sus garras
es del negro que pinta el alma
la sabiduría de la compleja simpleza
con una sonrisa acaricia fachadas
y con su llanto secreto
riega parcelas y recuerdos
en sus ojos nadan sirenas
con canto de lenguas hirientes
esas esferas son las que hablan
el idioma del que encanta serpientes
dentro muy dentro se mueven un músculo
en sístole y diástole se juegan latidos
el mas puro amor y la santa justicia
han encontrado en él el paraíso
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