Intercambio
Mis pertenencias están en el cielo, en el cofre de tierra seca adornado de pisadas, en el saludo obrero de un desapasionado. Allá en lo alto, lo sideral de la nada confunde las voces con el libidinal maullido de los gatos de la luna, y en algún voraz vacío que me conforta en voraces dentelladas padece de autopsia una mano franca. Acá mas abajo y mas mundano, en la tangibilidad terrenal, he renunciado a todo porque todo me ha renunciado. El abrazo fraterno con sus condiciones el beso amoroso con lascivas promesas la sonrisa agradable en busca de tiempo La contraprestación reciproca de los perdedores el intercambio de angustias de los felices, el cementerio de las ternuras del antihedonista. Dónde queda la dirección de aquel ser que no somos. fuera del tener, del dar o del hacer. postergamos nuestra existencia arrodillados ante el miedo, ese miedo bautista de valentías, refugiados en la espera en la búsqueda de ese desconocido cobarde -tan cobarde co...