Negro Mester

Se trata de desgarrar los ojos con navajas para cegar la mirada convencional para que surja la mirada asomada al interior Si existe un placer es el de hacer el amor el cuerpo rodeado de cuerdas y los ojos zurcidos con una maquina overlock Las manos como volcanes eructan hormigas que deambulan entre las uñas que atesoran bajo el cuté los rastros de un ataúd Arrastras sobre tus hombros las ataduras de una mula podrida, dos pianos de cola un cura rezando, y un niño perdido pidiendo perdón Mientras se lanzan los besos desde trincheras mi boca se borra, y habla el desgano chocas los cinco, has el saludo entre navajas de afeitar Vete, saca la lengua y huye. Mientras cierra la puerta atrapa la mano con agujeros de tu galán.

Y el corazón late, y las costillas se trizan astillándose en un abrazo al vacío y los nervios se enmarañan en las mil y una despedidas y las mariposas perdidas se pudren en el hastío En el camino pavimentado de trozos de sueño crece tu frondosa cabellera donde van las cosas perdidas donde todo nace bestial, sangrando y sin dueño donde se cruzan los hemisferios, y donde nada se olvida me permito vomitar el corazón me permito tocer el alma me permito buscar otra vida me permito encontrar el amor En el pantano de los recuerdos se deshojan margaritas en el infierno de tu mente se paren buenas intenciones en el mercado de las palabras se trafican los poemas y en el edén de nuestra alcoba se disecan los roedores Me gusta lanzarme por la ventana cuando me dan ganas de volar, y siempre es igual, se me rompen los huesos, se me quiebran las uñas, se me trizan los dientes, luego el alma se me sale por la boca y vuela a doscientos metros más abajo. y cada vez es casi ig...